7 precauciones que deben tomarse al utilizar productos químicos de limpieza

La limpieza puede parecer, a priori, algo sencillo y que no requiere prestarle mucha atención mientras se realice, pero es cuando se conoce el sector en profundidad cuando uno es capaz de ver que no es simple en absoluto y que no cualquiera está capacitado. 

Son muchos los puntos que componen las limpiezas y desinfecciones, pero hoy queremos centrarnos en la utilización de los productos, puesto que un mal uso de esto no solo conlleva peligros en los materiales que se apliquen, sino en la salud tanto del limpiador como del resto de personas que frecuenten ese espacio. Así, los hemos condensado en 7 precauciones que debemos tener en cuenta a la hora de utilizar productos químicos de limpieza.


1. Leer correctamente el etiquetado de los productos antes del uso

Es lo lógico, pero también es necesario recordarlo. Cuando se trabaja con productos de este tipo, de los que muchos son tóxicos o corrosivos para la piel, es necesario leer bien el etiquetado para saber qué vamos a usar, la dosis que se tiene que utilizar o cómo diluir el producto.


Por lo tanto, es muy importante no manipular los productos de limpieza hasta que no se han leído y comprendido bien las instrucciones, tanto del modo de uso como de seguridad. Y, para terminar, bajo ningún concepto se deben utilizar productos que tengan una fecha vencida o que hayan podido estar expuestos al sol, calor o tenido una mala manipulación, por nuestra propia seguridad y la del resto.


2. No mezcle nunca con otros productos

Un error común, tanto en el ámbito doméstico como, incluso, entre algunos profesionales. Muchos productos han pasado por numerosos controles a la hora de ser elaborados y probados que no solo verifican que el producto sea eficaz, sino también la seguridad del mismo si seguimos sus indicaciones. 


Por ello, lo mejor es que utilicemos esos productos en sí y no creemos mezclas, no ya porque se pierda la fórmula y seguramente sea menos eficaz, sino por lo peligroso que puede llegar a ser y las reacciones químicas que se pueden producir, dañando la piel, los pulmones y pudiendo llegar a producir nefastas consecuencias.

3. Conserve siempre en su envase original


Al igual que pasaba con los productos en el punto anterior, los envases están estudiados y comprobados por los fabricantes. Los materiales utilizados y la tecnología aplicada al cierre de los mismos esta más que pensada. 

Si el producto se pone en un envase que no le corresponde, posiblemente se dañe más rápido o incluso el químico puede llegar a derretir algunos materiales. Por otro lado, hay productos que son muy sensibles a la luz y, si los cambiamos a envases trasparentes, por ejemplo, posiblemente terminen dañándose y, posteriormente, no resultarán eficaces en la limpieza.

4. Mantener los cierres originales


De igual manera que ocurría con los envases, debemos utilizar siempre, en la medida de lo posible, el cierre que ya venía con el producto, puesto que el uso de otros sistemas de cierre no oficiales puede causar que su contenido se derrame o que entre en contacto con el aire y pierda eficacia. Todos los productos deben permanecer bien cerrados, pues si se caen, pueden ocasionar múltiples riesgos.

5. Guardarlo en un lugar seguro


En primer lugar, porque, lógicamente, son productos que no debería manipular cualquier persona ni estar colocados en lugares donde puedan caerse: ni niños ni mascotas deben tenerlos a su alcance.
Una opción muy común es tener los productos bajo llave. Asimismo, es importante recalcar que cuando se guarden deben estar separados entre sí aquellos productos químicos que en contacto puedan reaccionar, ya sea por posibles roturas, malas manipulaciones, etc. Por otra parte, es preferible que no estén en contacto ni con alimentos ni bebidas, por tanto, no conviene almacenarlos en la clásica despensa de casa o en cualquier otro lugar similar. 
Por último, el motivo principal de guardarlos bajo llave es que no estén expuestos a cambios bruscos de temperatura ya sea por altas temperaturas, sol directo, humedad, etc.

6. Utilización del EPI (Equipo de Protección Individual) para cada situación



Ya hemos hablado del trato al producto, pero no podemos olvidarnos de nosotros mismos, al final, aunque se realice todo con la mayor seguridad, es necesario protegerse. Siempre es mejor prevenir que curar, por lo que, como mínimo, será recomendable el uso de guantes y mascarilla cuando se vayan a utilizar los productos. 
Otros protectores como petos o gafas se utilizan en limpiezas profesionales y situaciones concretas, por lo que es necesario analizar qué elementos necesitaremos para realizar la limpieza con la mayor seguridad posible

7. Eliminar residuos (envases, líquido…)


Llegamos al final, no solo de la lista, sino también de la vida del producto.

Aunque parezca que sí, después de haber terminado de realizar la limpieza y desinfección no hemos acabado todavía, ya que hay que realizar una correcta eliminación del producto en el punto limpio que corresponda y en envases homologados para su transporte, además de reciclar el envase si esto fuera posible. Para ello, es necesario seguir las indicaciones que pueda señalar cada fabricante.

En Limpiezas Tenerife, como marca responsable de la limpieza de centenares de empresas y hogares, llevamos años luchando para no solo protegerle a usted y a los suyos, sino también al medio ambiente, utilizando productos ecológicos y brindando a nuestros empleados toda la información necesaria para realizar una limpieza óptima y segura. Si necesita de un servicio de limpieza comprometido y cualificado, no lo dude y contáctenos

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